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¿Por qué Dios se muestra a sabios?

Dios quiere que personas de todas las partes del mundo le conozcan como Rey y Señor. ¡No importa su origen!

¿Quiénes son estos sabios?

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¿Quiénes eran? ¿De dónde venían? ¿Qué querían?

Merece la pena seguirles la pista a estos eruditos, a los que a menudo se les llama erróneamente «los tres reyes magos».
Mateo, en su relato sobre Jesús (en el Evangelio de Mateo), los describe como investigadores de las estrellas, es decir, astrónomos. Venían de Oriente y buscaban al Rey de los judíos recién nacido.

Mateo escribe en la palabra de Dios:

Después de nacer Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, he aquí llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.
―¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
Mateo 2, versículos 1-2

Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por Biblica, Inc.®

Cuestionario sobre Mateo 2, versículos 1-2

Pon atención al texto bíblico.

¿Por qué vinieron los sabios?

Tu puntación es

Para estos sabios está claro que Jesús es el Rey que Dios les había señalado con profecías y la estrella.

Jesús es el REY.

¿Por qué conocían el significado de la estrella?

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Estos sabios fueron probablemente sacerdotes y eruditos de Media. Pertenecían a la clase más culta de la región medo-persa. Esta región pertenece a los actuales Irán e Irak.

En el año 539 a.C., el judío Daniel ejerció como sabio y administrador en la corte del rey Darío (véase Daniel 6, versículos 1-4).
Daniel recibió una extraordinaria sabiduría de Dios y varias revelaciones sobre el futuro. Una de ellas habla de un futuro rey y Salvador (Daniel 9, versículos 25-26).

Daniel recibió la siguiente revelación de Dios.

”Entiende bien lo siguiente: Habrá siete semanas desde la promulgación del decreto (444 a.C.) que ordena la reconstrucción (395 a.C.) de Jerusalén hasta la llegada del príncipe elegido.
Después de eso, habrá sesenta y dos semanas más. Entonces será reconstruida Jerusalén, con sus calles y murallas.
Pero cuando los tiempos apremien, después de las sesenta y dos semanas (33 d.C.), se le quitará la vida al príncipe elegido. Este se quedará sin ciudad y sin santuario, porque un futuro gobernante los destruirá. El fin vendrá como una inundación (70 d.C.), y la destrucción no cesará hasta que termine la guerra“.
Daniel 9, versículos 25-26

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Nota: Se han añadido los años entre paréntesis para indicar los años en que se cumplió la profecía. Son el resultado de las 70 “semanas” de Daniel 9.

El contenido de esta profecía se conservó cuidadosamente en la ciudad de Ecbatana (Media). Al igual que otras predicciones, por ejemplo la de Balaam, sobre una estrella naciente (un gobernante) entre los judíos (Números 24, versículo 17).

Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá ESTRELLA de Jacob, y se levantará cetro de Israel.
Números 24, versículo 17

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Así que no sorprende que los astrónomos, probablemente de Ecbatana en el este, reconocieran la señal de Dios en los cielos. Conocían las predicciones de Daniel sobre el Salvador prometido y Rey de los judíos, y con ello ¡incluso el año aproximado!

¿Por qué reconocieron a Jesús como rey?

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Para estos sabios, la señal de Dios en el cielo estaba clara. No dudaron ni un momento de que el Salvador y Rey prometido había nacido en Israel. Enseguida prepararon el viaje y los regalos para el recién nacido.

Después emprendieron el viaje. El camino les llevó más de mil kilómetros desde el norte del actual Irán hasta Jerusalén, sede del gobierno del rey Herodes en Israel.

El mismo Herodes se informó de dónde se esperaba al Mesías. Y basándose en los escritos del profeta Miqueas, envió a los sabios a Belén.

El profeta Miqueas predijo:

Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
Miqueas 5, versículo 2

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Herodes les pidió que le informaran cuando hubiesen encontrado al Mesías. La estrella guio a los sabios hasta la joven familia. Con reverencia presentaron al Rey de Reyes sus valiosos regalos (oro, incienso y mirra). De esta manera, mostraron su gratitud por poder estar en su presencia, por haberle encontrado, y adoraron a Jesús.

Mateo lo relata así:

Después de oír al rey, siguieron su camino, y sucedió que la estrella que habían visto salir iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y, postrándose, le adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.
Mateo 2, versículos 9-11

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Cuestionario sobre Mateo 2, versículos 9-11

Fíjate en el texto bíblico.

¿Cómo descubrieron los sabios que Jesús era el Rey prometido?

Tu puntación es

¡JESÚS es el rey prometido!

Dios habló a los sabios en un sueño para que regresaran directamente a casa y no informaran al rey Herodes. Él quería matar al rey recién nacido.

Detalle interesante

Seguramente, la estrella no apareció hasta el nacimiento de Jesús. Como el viaje duró varias semanas, no habrían llegado hasta semanas o incluso meses después del nacimiento de Jesús. Esto se confirma también por el hecho de que el rey Herodes mandó matar a todos los niños de Belén menores de dos años.
Jesús se salvó porque Dios, tras la visita de los sabios, ordenó a José en sueños que huyeran a Egipto.

¿Qué aprendemos de estos sabios?

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Dios quiere que TODAS las personas conozcan a Jesús somo Salvador. Se muestra para que TODOS puedan entender, ¡incluso unos sabios astrónomos de la región de Media!

Cuando Dios se muestra, te habla, debes tomártelo en serio. Búscale y no te rindas demasiado pronto si es diferente de lo que esperabas.

Observa cómo se te manifiesta Dios hasta que puedas encontrar a Jesús. ¡Jesús quiere ser tu rey! Dale lo más precioso que tienes, tu confianza y tu corazón.

Una forma de conocer mejor a Dios y a su hijo Jesucristo es mediante el curso bíblico de MSD en godtime.online.